diumenge, 30 de novembre del 2014

Prejuicio FALSO: La disminución de los costos laborales fomenta la ocupación

Comprimidos de 3conomia de Izquierda

Prejuicios económicos

Existen un conjunto de creencias, repetidas por todas partes, que son acceptadas como ciertas pero que en realidad no superan un análisis detenido. Son prejuicios que condicionan nuestra manera de pensar y que hemos de desaprender si queremos plantear una política económica de izquierdas.

Prejuicio:
La disminución de los costos laborales fomenta la ocupación FALSO!


Resumen:

Los empresarios no contratan trabajadores porqué sean baratos, no asumen un costo innecesario, por muy bajo que sea el coste de la mano de obra.
Los empresarios contratan trabajadores cuando los necesitan, porqué tienen o esperan un incremento en la demanda de su producto.

Cuando se produce esta necesidad, a pesar de que siempre procuren hacer mínimos sus costos laborales, éste no es su objetivo principal, sino que buscan contratar a persones que sean capaces de realizar bien su trabajo.


Conceptos previos

La ocupación se crea cuando crece la producción y ésta depende de la demanda



La justificación de este prejuicio y de la ideología liberal se basa es el mercado de competencia perfecta

Siguiendo este modelo, el precio es el elemento con el que las empresas compiten porqué parten de que los productos que hacen las empresas son todos iguales (productos homogéneos). Cualquier persona ve que, en la realidad, cada empresa hace un producto diferenciado del resto, con lo cual, al fallar este punto de partida, las conclusiones que se obtienen no pueden ser ciertas de ninguna manera.

Seguimos, no obstante, esta línea argumental. Si la competencia se realiza en precios, la bajada de costos pondrá a las empresas en ventaja delante de la competencia exterior.

Los costos de los factores productivos (primera materia, maquinaria, electricidad,...) que utilizan las empresas, vienen de los precios que fijan los mercados. Y, según los liberales, los mercados son eficientes si no se regulan.

La mano de obra, según esta ideología, es un factor más, como cualquier otro. Su conclusión, pues, es fácil: desregular el mercado laboral, flexibilizarlo, que consiste en eliminar las normativas legales que protegen a los trabajadores, para hacer bajar los salarios. Menos costos laborales, según este argumento, les darían más capacidad de competir (competitividad exterior).


Los mercados reales no siguen el modelo de competencia perfecta

En los mercados reales, el precio no tiene la importancia que se le da en el modelo de mercado de competencia perfecta, en el que es el único elemento en el que se compite.

Los vendedores siempre intentan evitar la competencia en precios. Esta tendencia tiene como consecuencia que reduce la competencia, disminuye la eficiencia (con unos precios más altos, la cantidad que se vende disminuye) y los vendedores obtienen más beneficios a costa de los compradores.

El poder de mercado que tienen los vendedores les permite aumentar los precios y evitar la competencia en precios. Existe poder de mercado en todos los mercados reales, en los que tienen elementos monopolistas (un solo vendedor) o oligopolistas (pocos vendedores) y, en el resto de mercados, también, porqué los vendedores buscan huir de la competencia, diferenciando el producto (con marcas, diseño,...), y miran de actuar como monopolistas de su marca (competencia monopolista).

En conclusión el mercado de competencia perfecta, que justifica ideologicamente al sistema capitalista, no existe. Y las conclusiones a les que se llega, suponiendo que el precio es el único factor en el que se compite, no son ciertas.


Elementos en los que se compite en los mercados reales

Ésto no significa que el precio no tenga ningún papel en todos los mercados. Tiene más importancia en los mercados de productos poco diferenciados y no tanta en los de artículos con más valor añadido..

En estos productos con más valor añadido, el precio no es el elemento principal para ser competitivos, tienen un gran peso la calidad en la producción, el buen servicio, la seriedad en los plazos de entrega, la imagen de marca, el diseño, la sostenibilidad de su actividad,... todos estos factores dependen de la preparación de los trabajadores y de la excelencia de la organización empresarial.

La disminución de los salarios no incentiva estos elementos de competitividad, ni la mejora en la formación de los trabajadores.



La reforma del mercado laboral

La propuesta de aumento de flexibilidad, que se ha llevado a cabo con la reforma laboral, ha hecho bajar, indudablemente, los costos laborales, pero, en los mercados en que no se compite en precios, la mayoría, no ha provocado un aumento de la competitividad de las empresas.

La pérdida de derechos laborales, en realidad, ha provocado una disminución de rentas salariales que ha repercutido en un incremento de los beneficios empresariales, sin que las empresas, con poder de mercado, hayan tenido que bajar precios.



Consecuencias de la reforma del mercado laboral

A nivel de empresa, la reforma laboral ha propiciado un incremento de los beneficios empresariales, en detrimento de las rentas del trabajo y, no ha tenido ninguna incidencia en la mejora de la organización empresarial, ni en la formación de los trabajadores, empeorada por la inestabilidad laboral y la alta rotación generada.

A nivel social, aquesta reforma ha provocado un crecimiento de las desigualdades de renta (perdida de equidad). La disminución de rentas salariales ha frenado el consumo y el PIB, generando menos recaudación fiscal, menos cuotas a la Seguridad Social y menos Estado del Bienestar... menos salarios, más inseguridad ... menos demanda i estancamiento.


Conclusión

Es FALSO que una bajada de costos laborales produzca más ocupación porqué las empresas no contratan trabajadores porqué sean baratos sino cuando los necesitan para producir. La consecuencia de la reforma laboral, su objetivo real, es la disminución de la participación de los salarios en la renta nacional, en beneficio de las rentas empresariales. Con el agravante de que estos beneficios no se dediquen a invertir porqué la demanda no crece (el consumo privado es el elemento básico de la demanda y las rentas salariales son las que generen una mayor parte) 


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