Comprimidos
de 3conomía de izquierda
Prejuicios
económicos
Existen
un conjunto de creencias,
repetidas continuamente, que son aceptadas
como ciertas
pero que en realidad no superan un análisis detenido. Son prejuicios
que condicionan
nuestra manera de pensar y que hemos de desaprender
si queremos plantear una política económica de izquierdas.
Prejuicio:
El
low cost es positivo FALSO!
Resumen:
El
low cost que, inicialmente, puede parecer que favorece a los agentes económicos (consumidores, empresas...), en realidad, no solo
perjudica de forma global a la sociedad a nivel
económico, social y ecológico, sino que también perjudica todas
les persones de forma individual.
El
low cost parece bueno para el individuo
El
concepto low cost nos permite coger vuelos más baratos, recibir
servicios más asequibles (depilación, implantes dentales,...) y
comprar productos a un mejor de precio.
El
concepto low cost se está generalizando a partir de: aulets,
tiendas de todo a .., rebajas continuas – fuera de temporada -,
venta on line,...
A
cada uno de nosotros le parece, a priori, que le beneficia el low
cost pero, en realidad, veremos que, cuando este concepto se
generaliza, fomenta un modelo económico muy
negativo, como argumentaré a continuación.
¿Qué
productos se ven afectados por el low cost?
Es
más fácil aplicar el low cost a productos que están en mercados en
los que el principal elemento para competir es el precio. Son bienes
y servicios que no están diferenciados y, por este
motivo, los compradores tienden a comprar los más baratos.
Existen
otros productos que están diferenciados por una marca, un diseño,
una cualidad,... En estos mercados el precio no es tan importante
porqué el comprador está dispuesto a pagar más para tener un
producto diferente: de mas calidad, de más duración, de mejor
diseño,...
La
tendencia del low cost se está generalizando debido a
la falta actual de demanda y se extiende también a mercados, como
los de la ropa de marca, electrodomésticos..., que hasta ahora
tenían productos diferenciados y que no competían básicamente en
precios.
¿Como
consiguen bajar los precios, las empresas ?
En
el actual modelo, basado en el low cost, la única manera en la que
las empresas pueden conseguir bajar los precios es disminuyendo
sus costos en relación a la
cantidad producida..
Pueden
utilizar materiales de menor calidad, pueden comprar en países con
menores costos laborales y pueden aprovechar la precarización del
mercado laboral, reduciendo los salarios. I éste, por
desgracia, es el camino que
están usando generalmente las empresas:
Seria
fantástico que la bajada de precios no se basase en el
abaratamiento de los factores productivos sino en el aumento de la
productividad. Una mejor maquinaria, una mejor formación...
permitirían incrementar la producción y que, como consecuencia, los
productos resultasen más baratos, sin disminuir su calidad.
Consecuencias
del low cost
En
realidad, pues, los productos
que compramos más baratos, son de peor
calidad,
con lo que los productos tienen una menor
duración.
Un ejemplo claro es que cada vez duran menos los electrodomésticos
fruto de una obsolescencia
programada.
En pocos años aquel lavaplatos más barato se tendrá que renovar
porqué está hecho con peores materiales. El low cost no permite que
los avances tecnológicos se apliquen en hacer bienes y servicios con
mayor duración.
Los
trabajadores que, inicialmente, pueden comprar más productos,
gracias al low cost, se han encontrado con que el low cost
también se ha aplicado a sus salarios.
La
búsqueda de una mayor competitividad, mal entendida, ha justificado
la precarización del mercado laboral cuando, en realidad,
hacer peores productos no es sinónimo de mejor competitividad. La
competitividad solo se mejora realmente con incrementos
reales de productividad, basada en incrementos de producción o en
disminución de costos laborales, debida a una mejor utilización del
factor trabajo, y nunca en recortes de salarios.
El
low cost también está afectando la economía a nivel
macroeconómico. El consumo privado no crece por la
disminución de salarios y por la inseguridad laboral derivada de la
temporalidad de los contratos y el alto nivel de paro existente.
Las
empresas a les que beneficiaba a nivel microeconómico la
precarización con la rebaja de salarios, se encuentran con que estos
trabajadores no tienen renta suficiente para comprar sus productos.
Les falta demanda.
El
low cost, un modelo pernicioso
Pernicioso
para el medio
ambiente
porqué se produce demasiados artículos que no duran y que se
tiran, incrementando los residuos
y la contaminación.
Pernicioso
para la economía
porqué la falta de demanda no permite el crecimiento del consumo,
los empresarios no invierten y baja
la actividad
económica y la recaudación
fiscal.
Pernicioso
socialmente
porqué la falta de crecimiento no permite crear ocupación, se
mantiene un alto nivel de paro
y más diferencias
de renda.
La poca recaudación fiscal también tiene consecuencias en los
recortes
del Estado
del Bienestar.
Alternativas
al modelo basado en el low cost
El
low cost que, inicialmente, puede parecer que favorece a los
agentes económicos (consumidores, empresas...), en realidad, no solo
perjudica de forma global la sociedad – des de las
perspectivas económica, social y ecológica-, sino que todas las
personas también salen perjudicadas individualmente.
Cuando
compramos productos low cost, estamos ayudando a recortar las
prestaciones sociales, provocamos paro y fomentamos la contaminación.
Se
tendría que partir de un modelo basado en la calidad,
la durabilidad de los productos, la producción por encargo
(la tecnología actual lo permite), ... y en replantearse
el concepto de crecimiento y optar por el reparto del
trabajo.
Tenemos que desaprender
Animaros a criticar las entradas, a proponer nuevos prejuicios para su análisis y nuevos temas para pequeños comprimidos o para tratar en más profundidad. Gracias
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