Comprimidos d’3conomía de Izqui3rda
Resumen
El dilema del prisionero, caso típico de la teoría de juegos, permite
clarificar la disyuntiva que siempre se cuestiona entre la búsqueda del
beneficio privado y sus consecuencias en el bien común.
La izquierda y la teoría de juegos
Les persones, con nuestras decisiones, determinamos la realidad económica; podemos perpetuar la situación actual
de injusticia o podemos incidir en su cambio. Desde la perspectiva de la izquierda, con el objetivo
de mejorar la equidad en la sociedad, es muy importante comprender qué motiva nuestras decisiones económicas,
políticas,...
Una herramienta potente para analizar los comportamientos y las
estrategias en nuestras decisiones es la teoría de juegos que se aplica en diferentes campos: en la
economía, en las negociaciones políticas, en la inteligencia artificial...
El dilema del prisionero
Un ejemplo de la teoría de juegos es el dilema del prisionero. En este
juego participan dos personas detenidas por la policía que están siendo
interrogadas. La policía sabe que han participado en un atraco y que huyeron en
un coche robado pero únicamente tienen pruebas de este último delito.
El premio (castigo en este caso) consiste en que los prisionero
pasaran un año en prisión, porqué está probado que han
robado el coche, y 10 años en caso de que también pueda probarse que atracaron
el banco.
La policía, para poder tener pruebas del robo al banco, ofrece a
cada uno de los dos detenidos la posibilidad
de rebajar el tiempo de prisión a 2 años en caso que, gracias a su confesión, se
pudiera probar el delito cometido.
Ya me perdonareis si he cambiado el relato, los tiempos de condena...
porqué me baso en mi poca memoria pero, más que la fidelidad del relato, el
que es más importante son las conclusiones a las que se puede llegar.
Como es lógico os tenéis que imaginar a los dos acusados en
habitaciones diferentes y teniendo que
decidir su comportamiento sin conocer si el otro ha confesado o no.
Los dos tendrán la tendencia a confesar para tener la rebaja de su
condena. Confesar será, pues, la estrategia dominante para cada jugador y, como consecuencia,
los dos confesaran y pasaran 10 años encerrados.
Decisiones individuales y bien común
De este juego sacamos la conclusión que los dos detenidos, buscando
su beneficio particular, obtienen la peor situación para los dos.
Esta circunstancia también es aplicable a las decisiones económicas
individuales. Cada agente económico (persona, empresa) busca su beneficio
privado y, como consecuencia,
el bien común puede verse perjudicado.
El problema medioambiental puede ser un buen ejemplo. Las personas
desean consumir el máximo, les empresas quieren producir el máximo para obtener
más beneficios... y, como consecuencia, se perjudica el medio ambiente, es decir,
a la capacidad de nuestra generación y de las futuras para sobrevivir (se
perjudica al bien común).
Otro ejemplo sería el pago de impuestos. La estrategia
dominante de los agentes económicos es reducir al máximo los impuestos que pagan
buscando su beneficio privado y, como consecuencia, disminuyen los recursos
públicos y la capacidad de disponer de un buen estado del bienestar que garantice la salud, la educación...
la equidad y la cohesión social (bien común).
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